Winterful, blanca Navidad en la Plaza de Colón
Las Navidades en Madrid están bien, con su Cortylandia, su Gran Vía para el disfrute peatonal o sus nocheviejas varias. Pero en cuanto a mercadillos, aunque hemos mejorado, nos queda un largo camino para alcanzar a lo que se monta en las plazas centroeuropeas. Winterful, una idea de la gente de Súper 8, es una muy buena aportación a esta mejora con su oferta de ocio bien planteada, variada y para todas las edades. Hasta el 15 de enero la Plaza de Colón se llena de blanca Navidad. Por si acaso, mira en Citymapper cómo llegar.
La estrella del Winterful es, sin lugar a dudas, su pista de hielo natural. Una superficie total de 600 metros cuadrados en los que disfrutar sobre patines, ya sea con nuestros primeros deslizamientos o demostrando lo bien que se nos da, ya sea de día o de noche. Y eso, hielo natural, del de verdad, no esos plásticos que lo intentan imitar. Además, si lo tuyo es disfrutar del patinaje pero en la distancia hay gradas para que disfrutes de las piruetas.
Las entradas de Winterful (en taquilla o aquí online) cuestan 4 euros de lunes a jueves, y 5 euros los viernes, sábados y domingos (y es gratis para mayores de 65 y parados de larga duración). Los horarios son de 12 a 22.30 de lunes a sábados, y hasta las 21 horas los domingos.
Pero no todo es quemar calorías sobre el hielo, sino también cogerlas. En Winterful saben que una parte importante de los festejos navideños es comer ricas viandas dulces y saladas en compañía de la familia o los amigos. Por eso han reservado una zona para dedicarla a la restauración con una carpa protegida en la que resguardarnos si el tiempo se pone feo en la que podemos comer tranquilamente los productos de los diferentes puestos repartidos por la plaza de Winterful.
Habrá, cómo no, chocolate con churros, castañas asadas, crepes, patatas asadas, quesos del mundo, guisos para entrar en calor o dulces típicos navideños. Esta zona gastronómica está abierta de 9 a 22 de lunes a sábado, y de 9 a 21 horas los domingos.
Y la tercera pata de este evento navideño son los espectáculos variados. Por un lado está el mundo de Los Voluminaires, un mundo circense que de la mano de Ale Hop, nos lleva a conocer unos originales seres que deambulan en un universo único lleno de fantasía, música, mágia y sorpresas. También habrá magia para los más mayores llegada directamente del ingenio del mentalista Pablo Raijenstein, que es capaz de llevarnos al mundo de los sueños. Y también hay pasacalles, música en directo, teatro…
