Vivian Maier: la misteriosa instagramer de los años 50
John Maloof abrió las maletas con curiosidad. Acababa de comprar a ciegas varias cajas llenas de negativos del siglo pasado en una subasta. Buscaba fotos para un trabajo. Calculaba que ahí debía haber unas diez mil sin revelar. Los ojeó: podrían ser cientos de miles. Había retratos robados, niños protagonistas, calles ruidosas, incluso algunos vídeos.

John estaba, sin saberlo, cambiando la historia de la fotografía del siglo XX: acaba de descubrir a Vivian Maier y su curiosidad la catapultaría a la fama. Hoy podemos ver parte de esta obra en la Fundación Canal, pero antes, sigamos con su historia.
Afortunadamente John no encontró las fotos de su trabajo y decidió hacer algo de provecho: venderlas. Reveló parte y las colgó en portales de internet. Al poco el mismísmo Allan Sekula, idolatrado crítico de fotografía, le contactó cual profeta. Le dijo que ahí había un talento salvaje, descomunal. Desde aquel día John no hizo otra cosa que indagar. ¿De quién eran esas fotos? ¿Quién las hizo? ¿Quién era esa mujer que aparecía echándose un selfie en un espejo? ¿Por qué no todas estaban reveladas?




Aquellos miles de documentos transportaban a un Chicago y Nueva York de a pie, casual y espontáneo visto desde los ojos de una niñera de origen francés. Vivian se ganaba la vida cuidando niños y cultivaba su hobby ante los incrédulos ojos de sus vecinos del barrio. Nunca enseñaba lo que hacía. Nadie, hasta que John abrió esa maleta y se lo descubrió al mundo en 2010. Solo un año despues de morir.
La obra de Vivian Maier plasma una cotidianeidad de espectador presente, como si fuese un juego. Sin posados ni rintintines, con defectos y espontaneidad. Una reportera del día a día con una maestría imperiosa ¿Nos va sonando? Sí señores, esta mujer era instagrammer antes de que se inventase siquiera el concepto. Ella fotografiaba a bocajarro.




Todos los que pasaron por su vida la recuerdan como una excéntrica y pintoresca guardiana de su intimidad. Vivian era un personaje misterioso ¿y qué le gusta más a la crítica que una artista fallecida en la indigencia con mucha obra en el mercado con un tinte de oscurantismo? Desde que se descubrieron las maletas en 2010 se han eviscerado todos los detalles de su vida. Ahora mismo tiene la misma falta de intimidad histórica que cualquier otro personaje público. Por ello John Maloof, su descubridor, se sigue preguntando con cargo de conciencia si eso le gustaría.
Toda la obra revelada y tímida de Vivian Maier llena orgullosa la Fundación Canal (Calle Mateo Inurria 2, mira cómo llegar en transporte público) del 9 de junio hasta el 16 de agosto. La entrada es libre y los horarios son: laborables y festivos de 11 a 20 horas y miércoles de 11 a 15 horas. Visitas guiadas gratuitas para adultos los lunes a las 14.45 para un máximo de 20 personas. Si queréis más información id a su página web.
Si quieres saber más de su vida te recomendamos el documental «Finding Vivian Maier”, que fue nomidado a los Oscar en 2014 a “Mejor largometraje documental”. Podrá verse proximamente en la Fundación Canal durante una actividad complementaria a la exposición en el ciclo “Encuentros a conciencia”.
Especial agradecimiento a Blanca Moreno por la colaboración en este artículo.