Tuppersex (para maduritas)
Y por maduritas no nos referimos a las MILF. Nos referimos a esas mujeres que han forjado la continuidad de su estirpe con la tercera generación. Sí, las abuelas. Esos individuos entrañables que hacen croquetas y se ruborizan al escuchar la palabra pene. Bingo. Señores, si a vuestras abuelas les gustan los chistes verdes pero empiezan a contarlos bajitos para que nadie les oiga, es que son carne de Tuppersex.

La obra de Edu Pericas vuelve al centro de Madrid para pasarse una temporada en el Nuevo Teatro Alcalá (zona de Goya). El planteamiento es muy bueno: el espectador supuestamente ha ido a recibir un curso de vendedor de Tuppersex. A la petarda de la profesora corporativa y repipi (Elena Fortuny) se le cae el mundo a los pies -a los tacones- cuando aparece la sustituta de la sexóloga con la que imparte el programa (Gretel Stuych). Ella es la antítesis del couching, la mujer que hace los chistes y cuenta las anécdotas picantes, ataviada con un atuendo ejem- impresionante.




El quid de la cuestión es la relación que pese a las adversidades obvias desarrollan entre sí las protagonistas. Un pequeño periplo entorno a la peluquería de la choni-nueva-sexóloga que llega al clímax cuando entre rulos la “señorita” empieza a confesarle sus líos amorosos a la esteticien. Por eso, señores del siglo XXI que solo van a la peluquería cuando es estrictamente necesario, esta obra es para maduritas: porque solo ellas entienden la relación fraguada a chismorreos que se tiene con la peluquera del barrio.
¿Dónde? Sala 2 del Teatro Nuevo Alcalá (Calle de Jorge Juan, Metro Príncipe de Vergara).
¿Hasta cuándo? Hasta el 6 de Julio. Hasta el 19 de octubre.
¿Por cuánto? Por internet no llega a 12 euros.