Paipái es la cocina fusión que no te esperabas
Paipái es la cocina fusión que no te esperabas. No te esperabas esa fusión de sabores entre los platos de toda la vida y las recetas de tierras lejanas. No te esperabas que todo estuviera tan increíblemente bueno. Porque todo lo está. Y puede que viendo la fama que se ha ganado el Paipái no te esperaras que tu bolsillo no sufriera. Un restaurante que juega en la misma liga que, por ejemplo, el Yakitoro de Chicote. Paipái es cocina diferente, de calidad y que te puedes permitir.

Paipái es un restaurante nacido del pasado trotamundos de Fernando Ruiz Jiménez. Pero de un pasado viajero como amante de la gastronomía a nivel usuario. Latinoamérica, el sureste asiático, Japón o Estados Unidos eran algunos de sus destinos frecuentes. Fue cogiendo ideas y fue probando sabores, y luego lo empezó a poner en prácticas. Decidió dar el salto y se formó para ser el chef que comanda Paipái. Su propuesta: combinar lo mejor de nuestra tradición gastronómica, tanto en recetas como en materias primas, con la mejor comida internacional. Si quieres ir, están en la Plaza del Perú 4 (mira cómo llegar en transporte público o compartido). Y lo mejor es reservar, que siempre se llena.

La propuesta del Paipái se organiza en torno a diez secciones variadas. Empieza con Vegetando y sigue con Tomando el fresco. Dos secciones perfectas para arrancar. Después vienen Marinando, Makinando y Diferenciando. Secciones con algunos de los mejores platos. Después están Calentando las olas y Calentando la tierra. Fiel a la filosofía de Paipái, tenemos dos secciones muy diferentes: Tacos & Baos y Escuchando los clásicos. Cerrando, Postreando.
Nuestra visita a Paipái
En nuestra visita, de tres personas, probamos ocho opciones de esta variada carta del Paipái. Desde las más tradicionales a algunas muy novedosas. Por supuesto, dulce y salado. Empezamos con el ceviche de pez limón con mango y pasión (12 euros), una refrescante manera de empezar con una sorprendente combinación. De ahí pasamos a una de las estrellas de su carta: el tataki de atún con salsa de mostaza y cítricos (14 euros). Es un plato que no puede faltar en tu comanda porque está espectacular, me habría comido dos. El tercer plato nos devolvió a lo más tradicional: patatas brávidas (5,50 euros). Quizás el plato más normalito, pero que aún así te ofrece una salsa muy rica.



Siguiendo adelante nos lanzamos a la fusión pidiendo unos makis tempurizados de solomillo de buey con mayonesa, salsa Yakitori, Char siu y boniato crujiente (11,50 euros). Es una opción que combina materia de prima de aquí y de allí y la convierte en un formato muy atractivo. Realmente rico. Lo siguiente que nos recomendaron fue probar los baos. Decidimos pedir un bao de cochinita pibil con mayonesa de chile chipotle para cada uno (4,45 euros). El toque picante quizás eche a algunos para atrás, pero si este gusto es de tus favoritos no dejes de pedirte uno. Cerramos la parte principal de la cena volviendo a la tradición: Albóndigas de secreto ibérico con salsa de vino tinto y mole mejicano (11 euros). Las albóndigas en sí estaban en su punto perfecto de sabor, y la salsa es, de nuevo, de esas de pedir una hogaza para rebañar el plato.


Incluso los postres
En los postres elegimos dos apuestas seguras. Por un lado la tarta de queso con arándanos (6 euros). Por otro la tarta de zanahoria con helado de mascarpone y frutos rojos (6 euros). Porciones generosas perfectas para ser compartidas y sabor perfecto para rematar. Las dos estaban muy ricas, aunque yo me quedaría con la de zanahoria. En la parte de bebida, en Paipái tienes desde cervezas de calidad a una interesante selección de vinos. ¿Tienes dudas? Déjate aconsejar.


El resumen final de nuestra visita a Paipái: nos encantó su comida, nos sorprendieron algunas ideas y no sentimos que fuera una cena cara. En total nuestra cuenta salió por 92,25 euros. 30,75 euros por cabeza que merecen la pena.