La Tavernetta del Pirata, un viaje gastronómico a la isla de Ischia
Un noche de invierno, saliendo del teatro en la zona del Metro Iglesia, buscábamos dónde cenar. Era hora. Pero no encontrábamos nada y nada nos llamaba la atención. Llegó una hora en la que había que tomar una decisión o no cenaríamos. Y acabamos así en La Tavernetta del Pirata. No sabemos aún muy bien el porqué. Pero eh, ningún arrepentimiento sino todo lo contrario: contentos por ello.
La Tavernetta del Pirata es un restaurante italiano de la Calle de Santa Engracia. En el número 26 está su local madrileño, porque con todo es la sucursal de la Tavernetta italiana. Una esquina de paredes blancas que abre paso a un local amplio decorado con mucha cerámica tradicional de la volcánica isla de Ischia, la más grande del Golfo de Nápoles. Una decoración llena platos de color rojo bizantino que podréis incluso tener en vuestra casa. Una tierra por la que han pasado muchas culturas y, su nombre lo deja claro, los piratas encontraron refugio.

El Local de La Tavernetta del Pirata es bastante grande, con mesas perfectas para todos los grupos. Si vas tú solo, si te acompaña una persona, si sois cuatro o cinco o si es un evento especial para un grupo amplio. En La Tavernetta hay espacio para cualquier opción. Además, si quieres una celebración aún más especial tienen un coqueto reservado. Pregunta por él.

La comida de la Tavernetta del Pirata
La carta de La Tavernetta del Pirata es por supuesto italiana. No es una cocina «típica», pero sí es tradicional. Recetas casi centenarias de esta isla del Tirreno donde el pescado y el marisco se unen a la pasta para encantar. No todo en Napoles y Campania es pizza.
Probamos los Panzarotti (12 euros), que son unos mini calzones con mozzarella perfectos para abrir cualquier comida. Lo típico que puedes comer como si fueran pipas. Vienen 5.

También pedimos un plato que es un seguro: la Bruschetta ischitana (11 euros). Una forma de hacer la bruschetta en la que el pan tostado recibe sobre si mozzarella ahumada derretida, queso parmigiano (parmesano), tomate datterini (pequeños, dulces, ovalados) y pesto de albahaca. Sencillo y rico. Vienen dos bruschetta.

Después de panzarotti y bruschetta pedimos algo más plato-plato. Alejándonos de la pasta fuimos por la Impetata di Cozze (18 euros). Una cazuela de mejillones salteados con pimienta y acompañados de limón. Con sus trozos de pan crujiente dando un toque especial a un plato sencillo y rico.

Los postres. Por supuesto que el Tiramisú está presente como una de las opciones. Sencillo y rico, como todo lo que pruebas en La Tavernetta del Pirata. Aunque un poco caro, la verdad, 7 euros. Por eso quizás la Creme Caramel della Nonna (5 euros) es una opción que os interese.

De beber tienes la opción de pedir verdaderos vinos italianos de su generosa carta. Blancos, rosados o tintos. Por ejemplo, nosotros tomamos copas de Montepulciano d’Abruzzo, un tinto de buen cuerpo que es uno de los vinos qué más se aprecian (4,50 euros cada copa). Por supuesto cervezas italianas. Todo tan auténtico en La Tavernetta del Pirata que puedes rematar la velada con una copita de passito, un vino dulce que se toma en los postres hecho con uvas deshidratadas al sol. Al final todo 70 euros.

La carta de La Tavernetta del Pirata tiene mucho más que nos gustaría probar pronto. Por ejemplo, entre sus platos de pasta los Bucatoni del Nonno, los Scialatielli Scoglio o el Linguine con Bogavante. Y entre sus platos de pescado el Pez Espada Pirata, la Orata (dorada) al Acqua Pazza o el Tartar de gambas.