El Jardín del Príncipe de Anglona
Pudiera ser que el Jardín del Príncipe de Anglona fuera uno de esos rincones que conocen antes los visitantes que vienen a disfrutar de Madrid unos días que los propios madrileños que han crecido en sus barrios. Porque este diminuto jardín es un tesorito verde y oculto por el que se puede pasar sin saber el remanso de paz que hay al otro lado del muro.


Donde actualmente se ubica el jardín residió Francisco de Vargas, consejero de los Reyes Católicos y de Carlos I. El edificio fue pasando de manos nobles a manos nobles hasta acabar siendo una mezcla de dependencias municipales, restaurante de vanguardia y pisos particulares. En el Siglo XVIII se creó el jardín como zona de recreo de estilo neoclásico con influencias hispano-árabes. Ahora el jardín debe su nombre a Pedro de Alcántara Téllez-Girón y Alfonso-Pimentel, príncipe de Anglona, que fue el primer morador del actual palacete.


Descubre el Jardín del Príncipe de Anglona
El Jardín del Príncipe de Anglona está ubicado en la parte más baja de la Plaza de la Paja (mira cómo llegar). Detrás de sus discretos muros está este remanso verde con vistas a la Calle Segovia. Al pasar te encuentras con la disposición que le dio en 1920 el pintor y paisajista Javier de Winthuysen, y que se restauró en 2002 por Lucía Serredi. Un parterre en crucero con setos de boj y caminos de ladrillo en sardinel. Con una fuente, una pérgola con rosales trepadores y un cenador de hierro como protagonistas.


Si estás paseando por La Latina y quieres descansar el Jardín del Príncipe de Anglona es donde debes ir. En primavera es un espacio sorprendente precioso, y siempre es un oasis de tranquilidad donde la ciudad se silencia. Sentarse a la sombra de sus árboles y ver a quien se adentra en lo desconocido y lo descubre es un gran momento. Además, es uno de esos tesoros con los que sorprender a quien no conoce Madrid.


Si quieres visitar el Jardín del Príncipe del Anglona, pasear entre su vegetación y, quizás, sentarte a descansar y ver el tiempo pasar que sepas que su entrada es gratuita. Abre todos los días, en invierno de 10 a 18.30 horas y en verano de 10 a 22 horas.