El histórico Café del Príncipe de la Plaza de Canalejas
Según te vas alejando de la calle Alcalá y vas internándote en eso de que unos llaman El Barrio de las Letras y otros, simplemente, Huertas, te lo encuentras de frente. Un café que sobresale entre el resto de comercios que dan vida a la castiza Plaza de Canalejas: el Café del Príncipe. Un precioso pedacito de la historia de Madrid. Porque desde sus alturas se puede ojear el delicioso ajetreo madrileño. En él se respira historia.

El Café del Príncipe es un símbolo de la literatura romántica. Por su cercanía con el Teatro Español y con el Teatro de la Comedia era frecuentado por un buen número de artistas y actores. Y, sobre todo, por escritores. Allí se conformó El Parnasillo, quizás la tertulia más representativa de la literatura romántica española. Por ella se pasaban escritores de la talla de Mariano José de Larra, José de Espronceda, Ramón Mesonero Romanos o José Zorrilla, entre un largo etcétera.
Por haber sabido mantener en su forma, no tanto en su fondo, esa historia, el Café del Príncipe es una de las paradas más recomendadas para los turistas que se patean Madrid. Pero si eres de aquí merece también mucho la pena sentarte a tomar algo.




Cuando fuimos optamos por probar sus cócteles. Nos sentamos en la planta de abajo, cerca de la escalera, desde se podía contemplar tranquilamente todo: la gente apresurada en la calle intentando esquivar la lluvia, los relaciones intentando convencer a los marchosos, el siempre constante tráfico…
Pero también se podía disfrutar la clásica y centenaria decoración y la bonita barra. O a lo que íbamos, sus cócteles: sencillos, a buen precio, sin artificios innecesarios y, lo importante, ricos. En definitiva, el Café del Príncipe una buena opción para tomar algo en un lugar cargado de historia.