Las bombas, lagartos y cohetes de Vallecas
¿Merece la pena desplazarse hasta el centro de la Villa de Vallecas para comprar aperitivos, vinagrillos, encurtidos o como los llaméis en vuestra casa? La respuesta es sencilla: rotundamente sí. Merece mucho la pena y es una sabia decisión, porque aquí podréis encontrar algunos de los mejores encurtidos de todo Madrid. Un secreto a voces a cuya difusión queremos contribuir hablándoos de las bombas, lagartos y cohetes de Vallecas.

En el puesto 28 del Mercado de Villa de Vallecas (Calle Sierra Vieja 61, mira cómo se llega en transporte público), nada más entrar por la puerta principal, podemos encontrar los Aperitivos Beki. En este puesto, que lleva más de 50 años funcionando, están las creaciones que surgen de la cabeza de Kike Martínez que, cuando se hizo cargo del negocio familiar, quiso dar un paso adelante. Y así surgieron sus bombas, lagartos y cohetes de Vallecas. Unas creaciones que llevan la banderilla típica a nuevos sabores.

Las bobas, lagartos y cohetes de Vallecas son los aperitivos ideales para sorprender a las visitas en casa. También para cumplir con tu parte de ayuda en una cena en casa ajena. O simplemente para dar un acompañamiento diferente a tus comidas. Sus bombas son aceitunas gordal, verdes y negras, rellenas de productos tan variados como atún, salmón, queso feta o pulpo. Sus lagartos son enormes pepinillos rellenos de boquerón, anchoas o pimientos entre otros, acompañados de cebollitas y aceitunas. Y sus cohetes son banderillas más clásicas con huevos de codorniz, piparras, pulpo, tomates, queso o lo que se le pase por la cabeza a Kike.

Las variedades de bombas, lagartos y cohetes de Vallecas van cambiando entre la larga lista de posibilidades. Además, son creadas in situ en el puesto, un gesto de calidad. Y si eres fan como yo del bacalao en salazón lo puedes encontrar en piezas, tiras o lonchas. También tienen aperitivos de frutos secos para redondear la compra. Lo mejor, acercarse, hacer la necesaria cola, e ir eligiendo entre todo lo que ofrecen. Una tarrina como la de la foto os sale por unos 7 euros. Un secreto imprescindible.