Bar Malos, zapatillas y croquetas en el corazón de Malasaña
Un día vas caminando por Malasaña y de repente te encuentras con un nombre que te hace pararte y pensar. Bar Malos. ¿De qué me suena este nombre? De algo, seguro. Si eres buen madrileño (o regular o simplemente llevas aquí el tiempo suficiente recorriendo sus calles) a los pocos segundos te viene a la mente un nombre icónico entre los bares de la ciudad: el Melo’s de Lavapiés.

Una vez hecha esa conexión, te acercas. No lo hagas con miedo, son Malos pero no te tratarán mal. Cruzas su puerta y te das cuenta de que el Bar Malos es un lugar donde las zapatillas no son para andar ni para entrar en garitos, son para comer. Y claro, te vienen más dudas: ¿Sucursal? ¿Homenaje? ¿Spin of? ¿Multiverso de la locura gastronómica?
Lo que tiene el Bar Malos
Resulta que cuando investigas un poco es todo eso al mismo tiempo pero no en todos lados, de momento. Porque el Bar Malos nace a finales de 2021 del empeño de Rafael Riqueni y Alejandro Martínez, dos de las tres personas que mantuvieron vivo el Melo’s, por hacer de la zapatilla un plato presente por todo Madrid. Sus ganas de llevar este rincón de Lavapiés a Malasaña da como resultado el Bar Malos.

¿Qué nos encontramos en la vajilla de Duralex del Bar Malos? Pues evidentemente las estrellas son dos: las zapatillas y las croquetas. Esto hay que pedirlo sí o sí, y luego ya puedes innovar. Las Zapatillas son como deben de ser: pan de hogaza gallega, lacón a la plancha y queso de tetilla fundido. Son enormes y son lo que esperas, una delicia. El pan nos pareció algo más grande que en el Melo’s. Por supuesto, se pueden pedir por mitades. 15 euros la zapatilla, 8 euros la media.

Las croquetas de lacón son un otro acierto seguro también. Croquetones, bien gordas. Nos parecieron más liquidas, más cremosas, que las que ahora mismo tienen en el Melo’s, pero de sabor son fantásticas. Me atrevería a decir pero sin poner la mano en el fuego que más parecidas al Melo’s primigenio. 2 euros cada una, 14 euros la ración de 8.
En el resto de la carta del Bar Malos hay similitudes y diferencias. Sigue habiendo pimientos de padrón, morcilla o empanadillas de atún. Pero hay novedades como el hummus, las patatas braviolis o la tarta de queso, de la que la gente está hablando muy bien. En cuanto a la bebida, tienen una buena variedad de cervezas para elegir, tanto embotelladas como de grifo. Y también ponen copas y cócteles.
Por último. El Bar Malos está en el epicentro de Malasaña, a pocos pasos del Dos de Mayo. En concreto en la Calle de Velarde 13. Entre la plaza y la Vía Lactea. Aunque es raro que no puedas enontrar hueco en la barra, si quieres mesa y la quieres seguro lo mejor es reservar.