El Anillo Verde de Madrid sigue triunfando
Aun en época de pandemia seguimos con las mismas ganas de deporte que siempre. Y ya que todavía no tenemos carreras a la vista en la ciudad, ni podemos practicar nuestros deportes de equipo favoritos en interior, los madrileños contamos con la opción del Anillo Verde. Ya sea para montar en bici, para correr, patinar o para dar un paseo.

En el anterior post os contábamos un poco de su historia y sus bondades. Suponemos que todos nuestros lectores conocen esta vía, y quizás la hayan recorrido entera o algún tramo. Y si eres de los que no la conocen, venga a mover el culo y a salir al aire libre (mientras se pueda y con todas las precauciones necesarias).




Un mejor Anillo Verde
Tenemos buenas nuevas sobre el Anillo Verde de Madrid. En el consistorio se han puesto las pilas y, por fin, han reformado muchos tramos del Anillo que lo necesitaban. El asfalto ha perdido su color rojizo inicial y ha pasado a un negro apagado. Una pena, pero ya no hay grietas ni baches, que es lo importante. Los ciclistas también hemos ganado una cierta separación. El camino peatonal se ha pintado de amarillo para diferenciar el carril y que los peatones no se metan, más aún, en la zona de bicis.




Sigue habiendo cierta dejadez en la señalización. Nosotros ya conocemos su recorrido de memoria, pero los muchos cruces y cambios de carril hacen que te puedas perder fácilmente. Faltan muchas de las señales naranjas propias del recorrido. Las fuentes de las zonas de descanso se han cortado debido al Coronavirus, pero para poder terminar los 64 kilómetros se necesita reponer agua de vez en cuando. Atentos.




Nosotros continuaremos reclamando una #RedCiclistaYa no sólo en la Castellana: por todo Madrid y a la altura de otras ciudades europeas. Se necesita para permitir una buena circulación libre de coches, que permita el transporte a los que quieran desplazarse con la bici. Pero sabiendo lo poco que gusta, o parece gustar, en el gobierno local el transporte en bici, que tengamos el Anillo Verde Ciclista sigue pareciendo una de esas cosas increíbles de Madrid que podemos disfrutar.